Por qué no dejar a los autores de Substack que escriban...
Y que sean otros los que se ocupen de promover sus newsletters...
Hace muchos años, fui a la feria de la franquicia (en Madrid) con un proyecto para franquiciar. Me reuní con todas las empresas consultoras que se dedicaban a gestionar y lanzar este tipo de proyectos (Tormo, etc). Todas me dijeron que era un buen proyecto con el que hacerme rico, con su ayuda.
A todas les pregunté que, si ese era los pronósticos, en vez de cobrarme x miles de euros al mes, podían convertirse en socios (ganarían mucho más) y esa era su aportación al proyecto. Todas rechazaron la oferta, y salí del recinto ferial con la decisión de aparcar la idea de franquiciar.
Entiendo a las consultoras. No son entes de capital riesgo, prefieren hacer caja de forma regular prestando servicios. Incluso los gestores de muchos fondos prefieren estar en el negocio de cobrar un porcentaje de gestión que en el negocio de invertir su propio dinero.
En Substack, hay un ecosistema entero de propietarios de boletines que quieren enseñar a otros -por un precio, muchas veces- cómo hacer crecer una newsletter y ganar más dinero. Pero el “puro” escritor de Substack, en realidad, prefiere dedicar todas sus energías a perfeccionar su arte de la redacción, a reforzar el “output” de su producción literaria, que a aprender ventas y marketing de artículos de newsletters. Además, muchos de ellos también están escribiendo libros.
Por todo ello, me pregunto: No habrá alguien en el ecosistema de Substack que quiera ayudar a los creadores de contenido (la mayoría, sin mucho dinero que invertir en marketing), cobrando un porcentaje sobre las ventas? Como hace la propia Substack, que no cobra ningún fijo, sino un 10% sobre ventas.
En realidad, este es parte del papel que hacen las editoriales, pero sería adaptarlo al mundo de las newsletters.
Trampas a evitar si introduces suscripciones de pago en Substack. Estas 3 son clave, y alguna poco conocida:
Miedo
Cuando introduces las suscripciones de pago, te estás poniendo delante de tu audiencia a un nivel completamente nuevo. Con las suscripciones de pago, te estás comprometiendo (al principio, quizás dedicando 15 horas semanales para sólo 10 suscriptores de pago) y estás creando una forma específica para que la gente se dé de baja de tu boletín eligiendo no pagar. ¡Eso da miedo!
Ttener miedo es en realidad una buena señal, dice Steven Pressfield en “La guerra del arte”. Haciendo una traducción un poco burda, viene a decir lo siguiente:
«¿Estás paralizado por el miedo? Es una buena señal. El miedo es bueno. Al igual que la duda, el miedo es un indicador. El miedo nos dice lo que tenemos que hacer. Recuerda nuestra regla empírica: Cuanto más miedo tengamos a un trabajo o a una vocación, más seguros estaremos de que tenemos que hacerlo... Si no significara nada para nosotros, no habría resistencia.”
Ten en cuenta la política de reembolsos de Substack
Si desactivas las suscripciones de pago o eliminas tu publicación, Substack enviará automáticamente los reembolsos a tus suscriptores de pago desde tu cuenta bancaria conectada a Stripe.
Esto podría suponer la retirada de muchos euros o dólares de tu cuenta bancaria, especialmente si tienes muchos suscriptores anuales.
Lástima que esto no lo explique bien en las páginas oficiales de Substack.
Más Trabajo del que se Pensaba
El proceso de configuración de los pagos no es difícil, pero lleva su tiempo. Tienes que pasar por comprobaciones de domicilio e identidad («conoce a tu cliente») y avisos con Stripe, elegir puntos de precio y beneficios, y luego crear nuevos correos electrónicos de bienvenida, encabezados y pies de página para tus suscriptores de pago. Con sanciones de Substack si tus suscriptores se quejan.
Una vez que tengas suscriptores de pago, es posible que te sientas más presionado. Puedes sentir que tenías que hacer que todos los correos fueran perfectos. Algunos se esfuerzan mucho más. Sus correos electrónicos se hicieron más largos (¡y menos interesantes!) y empezaron a quemarse.
En el proceso de esforzarme demasiado por complacer a sus nuevos seguidores de pago, empeoraron su boletín.